La mejor de todas las sabidurías


Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. – Juan 6:35
Somos desafiados a creer. Somos desafiados a creer en Dios. Somos desafiados a creer en Jesucristo como el Hijo de Dios, es decir, el mismo Dios; el Mesías, el elegido, el enviado de Dios Padre. Para él era tan importante y urgente hacernos saber esto porque esa era su misión en la tierra, todas las demás cosas se vuelven por eso secundarias. Incluso si todavía no podemos creer de esta manera, tenemos que saber que en la persona de Jesucristo se encuentra todo lo que buscamos en la vida. Dijo de sí mismo y nos está diciendo ahora mismo: Yo soy el pan de vida. El que a mí viene, nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca tendrá sed.
Este es el fundamento de toda sabiduría y todas las respuestas para nuestra vida. Está en nosotros aceptar su invitación a creer y dejarle cambiar nuestra vida y nuestro destino.

Juan 6:25-35

Cuando lo hallaron al otro lado del lago, le dijeron: «Rabí, ¿cuándo llegaste acá?» 26 Jesús les respondió: «De cierto, de cierto les digo que ustedes no me buscan por haber visto señales, sino porque comieron el pan y quedaron satisfechos. 27 Trabajen, pero no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre les dará; porque a éste señaló Dios el Padre.» 28 Entonces le dijeron: «¿Y qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?» 29 Jesús les respondió: «Ésta es la obra de Dios: que crean en aquel que él ha enviado.» 30 Le dijeron entonces: «Pero ¿qué señal haces tú, para que veamos y te creamos? ¿Qué es lo que haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, tal y como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer.”» 32 Y Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo, que no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, sino que es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. 33 Y el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.» 34 Le dijeron: «Señor, danos siempre este pan.»

35 Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. RVC

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