De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Juan 6:47
En medio de un mundo de mucha gente descreída e incrédula se nos invita una y otra vez a creer. Y no sólo a creer en las muchas ofertas filosóficas que el mundo nos ofrece sino en Aquel que se proclama como el pan vivo bajado del cielo, el único que puede satisfacer nuestras necesidades y darnos plenitud de vida ya aquí en la tierra y más allá de esta vida.

Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. … Los judíos murmuraban acerca de él, porque había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo.» 42 Y decían: «¿Acaso no es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? Entonces ¿cómo puede decir: “Del cielo he descendido”?» 43 Jesús les respondió: «No estén murmurando entre ustedes. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no lo trae. Y yo lo resucitaré en el día final. 45 En los profetas está escrito: “Y todos serán enseñados por Dios.” Así que, todo aquel que ha oído al Padre, y ha aprendido de él, viene a mí. 46 No es que alguno haya visto al Padre, sino el que vino de Dios; éste sí ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Los padres de ustedes comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual daré por la vida del mundo.»
Juan 6:35.41-51






